¿Los perros pueden comer uvas?

¿Los perros pueden comer uvas?

NO. Las uvas y las pasas son muy peligrosas para los perretes, incluso en pequeñas cantidades. 

Aunque algunos perros no muestran síntomas de inmediato, otros pueden sufrir problemas graves como insuficiencia renal.

Lo mejor es evitar por completo que tu perro las consuma.

¿Por qué las uvas son tóxicas para los perros?

Las uvas (y sus variantes como las pasas) son peligrosas para los perros porque pueden causar insuficiencia renal aguda.

Todavía se está estudiando la causa de esto, pero todo apunta a la potencial toxicidad de un componente de la uva, el ácido tartárico. 

El ácido tartárico también se encuentra en otros frutos como las grosellas o el tamarindo, siendo además un ingrediente muy usado en repostería. 

Hay muchos factores que pueden influir en la toxicidad de las uvas, como el tipo de uva y la cosecha, pero se tiene claro que incluso una pequeña cantidad de uvas o pasas puede ser dañina para algunos perros.

Síntomas de intoxicación por uvas en perros

Si tu perro ha comido uvas, presta atención a los siguientes síntomas:

• Vómitos (pueden aparecer pocas horas después de ingerirlas).
• Letargo o cansancio extremo.
• Diarrea.
• Pérdida de apetito.
• Cambios en la orina (por la afectación de los riñones)

Si notas estos síntomas, actúa rápido.

¿Qué hacer si mi perrito ha comido uvas?

• Llama al veterinario inmediatamente.
• Sigue sus instrucciones, no induzcas el vómito si no te lo indican específicamente.
• No automediques a tu perro sin la recomendación de un profesional.
• Lleva al perro a la clínica si es necesario para recibir tratamiento.

Consejos para prevenir la ingestión de uvas

• Mantén las uvas fuera de su alcance.
• Ten cuidado con alimentos que contengan pasas (galletas, panes).
• Informa a tu familia sobre los peligros de las uvas para los perros.
• Vigila los paseos para evitar que coma cosas del suelo.

Conclusión

Las uvas son peligrosas para los peludos. Incluso una pequeña cantidad puede causar daños graves.

La mejor forma de proteger a tu perrete es mantenerlas fuera de su alcance y actuar rápido si las ingiere.

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