A veces nos encontramos con una situación desconcertante: nuestro peludo llora sin parar, aparentemente sin razón. Nos mira con esos ojos grandes, emite gemidos o pequeños aullidos, y no sabemos cómo actuar.
Antes de buscar soluciones rápidas o regañar, hay que entender algo esencial: los perretes no lloran sin motivo.
Son sonidos que forman parte de su lenguaje para expresar emociones, necesidades o estados de ánimo. De hecho, cuando un perrito llora, está intentando decirte algo, y tu tarea es descifrarlo.🧐
Muchos tutores cometen el error de asumir que “llora para fastidiar” o “para manipular”. Nada más lejos de la realidad. Los perros viven en el presente, y si expresan malestar, es porque algo real lo está provocando. 😐
La mayoría de veces que un perro llora es por niveles de estrés muy altos, ansiedad o preocupación. En menor medida, lo hacen cuando están pidiendo o exigiendo algo, pero incluso en esos casos, hay una necesidad detrás que debemos considerar con empatía.
En este artículo vamos a ir desgranando todo esto y veremos también qué podemos hacer como tutores para aliviar este quejido. 🐶
Mi perro no para de llorar: La importancia del contexto.
Un cachorro llora por motivos distintos a los de un perro adulto.
Un perrete adoptado puede llorar durante semanas por trauma y por verse en un lugar completamente nuevo y con seres que no conoce.
Un perrito anciano puede hacerlo por desorientación o dolor crónico.
No es lo mismo un perrete que vive prácticamente solo en un piso, que uno que comparte jardín y tiempo de calidad con su humano. El contexto lo es todo.
Los cambios bruscos, la falta de rutinas claras y la inseguridad afectan enormemente al estado emocional de los peludos. Muchos lloran porque no entienden qué se espera de ellos, porque no se sienten seguros o porque no tienen una rutina estructurada que les proporcione estabilidad.
Causas físicas que pueden hacer llorar a tu perro
Antes de buscar explicaciones emocionales, lo más sensato es descartar cualquier causa física o médica. El llanto repentino y sin motivo aparente puede ser una señal de dolor o incomodidad interna.
Algunas de las causas físicas más comunes incluyen:
- 🦴 Dolor muscular o articular, especialmente en perretes mayores.
- ⚠️ Lesiones leves no visibles, como torceduras.
- 🤢 Problemas digestivos o estomacales.
- 🦠 Infecciones urinarias o dificultad al orinar.
- 🦷 Problemas dentales o de encías.
Si notas que tu perrhijo llora al moverse, al tumbarse, al subir escaleras o después de comer, la recomendación es clara: Llévalo al veterinario.
Incluso si el llanto no va acompañado de cojeos ni otros síntomas, algunos perretes son extremadamente sensibles al dolor y lo expresan llorando de forma constante.
También puede suceder que llore por molestias internas que no ves a simple vista, como gases, infecciones o malestar general.
Recuerda siempre observar otros signos acompañantes: pérdida de apetito, letargo, fiebre, vómitos o cambios en las heces. Cualquier combinación de estos síntomas con llanto debe encender tus alarmas.
Ansiedad, estrés y otros factores emocionales comunes
Si el veterinario descarta causas físicas, entramos en terreno emocional. Aquí es donde el llanto tiene más matices y requiere un análisis más profundo.
Ansiedad por separación
La ansiedad por separación es uno de los motivos más frecuentes. Al quedarse solito, tu perrhijo puede comenzar a llorar desconsoladamente y estos llantos suelen ir acompañados también de ladridos, destrozos o intentos de escapar.
La ansiedad por separación es un problema muy complejo de solucionar porque implica una remodelación muy bestia del estilo del vida del perrete, pero sobre todo, de la relación y del vínculo que se establece entre él y su humano(s) de referencia.
Estrés y otras respuestas emocionales
Hay otras muchas situaciones que pueden estar causando mucho estrés a nuestros perrhijos sin darnos cuenta, y este estrés elevado, puede manifestarse con estos llantos tan característicos.
En estos casos, habría que determinar muy bien cúal es la causa concreta de ese desajuste para poder poner una solución adecuada.
Las causas más comunes de altos niveles de estrés en nuestros perretes son:
- 🏠 Cambio de entorno o rutina: mudanzas, viajes, llegada de un nuevo miembro a la familia.
- 🥴 Rutinas inadecuadas: paseos, juegos, ejercicio mal planteadados o adaptados.
- 💔 Vínculo inestable con el tutor: apegos ansiosos, mala relación humano-perro.
- 📢Miedo a ciertos sonidos: truenos, fuegos artificiales, electrodomésticos.
- 🧠 Disfunción cognitiva: desorientación, se olvidan de cosas... se da sobre todo en perretes mayores.
Es importante no subestimar el impacto del estrés. Un perro que no tiene seguridad emocional, que vive en alerta constante, puede llorar simplemente porque no sabe cómo gestionar su mundo.
Por eso es importante conocer a tu perrhijo, observar sus contextos y trabajar desde la comprensión.
Aquí cobra mucho sentido seguir a educadores caninos respetuosos como Más Que Guau, Rumbo Awen o En Clave de Can, que promueven una educación basada en el vínculo y el entendimiento real del perro como especie.
Tanto para la ansiedad por separación como estrés, se puede valorar el uso de suplementos para perros que nos ayuden a recudir el cortisol mientras seguimos trabajando con el problema base.
Recuerda que actuar sobre el síntoma es como poner una tirita en una herida que necesita puntos de sutura. Estos productos son una ayuda, pero no solucionan el problema.
¿Está llamando tu atención?
A veces, el llanto puede parecer una “manipulación emocional”. Tu perro te mira, gime, y solo se calma si le das atención, comida o lo subes al sofá. Pero incluso aquí, hay una necesidad legítima detrás.
Los peludos no actúan por capricho. Si está “llamando tu atención”, lo hace porque eso le ha funcionado en el pasado o porque no tiene otra forma de comunicar que necesita algo.
Puede ser algo tan básico como salir a hacer sus necesidades, tener sed, hambre o simplemente buscar contacto emocional.
¿Significa esto que debas responder siempre que llore? No necesariamente. Pero ignorar sistemáticamente el llanto tampoco es la solución.
La clave está en observar el patrón: ¿cuándo llora?, ¿qué pasa justo antes y justo después? 🤔
Y si crees que llora “para pedir”, pregúntate: ¿por qué siente que necesita pedir las cosas así?, ¿siente que el resto de su comunicación no funciona?, ¿le escucho cuando me dice las cosas de otra manera?, ¿le falta seguridad?, ¿le preocupa algo?, ¿le sobran momentos de soledad?... 🤔
Cómo actuar si tu perro llora sin razón aparente
Cuando el llanto parece surgir “de la nada”, hay que investigar desde varias perspectivas. A veces, las causas están en el entorno, en algo que a ti te parece irrelevante pero que para tu peludo es una amenaza o una incomodidad real.
¿Cambiaste de detergente?, ¿mueves los muebles con frecuencia?, ¿hay olores o sonidos nuevos en casa?, ¿tu perro duerme en un sitio incómodo o con frío?, ¿su camita está mojada o hay alguien usando su juguete favorito?
Otra posibilidad es que haya aprendido a llorar como una forma de canalizar tensión. Como en los humanos, el llanto puede ser una válvula de escape. La buena noticia es que con pautas adecuadas de ejercicio, descanso, estimulación y estructura emocional, ese llanto tiende a desaparecer.
👉 Consejo práctico: empieza por anotar cuándo, dónde y cómo llora. Eso te dará pistas de patrones y disparadores.
Métodos respetuosos para calmar a tu perro (y lo que no deberías hacer)
Lo primero que NO debes hacer:
- ⛔ Gritarle o regañarlo por llorar.
- ⛔ Ignorarlo siempre como forma de “educarlo”.
- ⛔ Usar métodos de adiestramiento dañinos y violentos (collares de ahogo, sprays, etc.).
Lo que SÍ puedes hacer:
- ✅ Validar su emoción: acércate, obsérvalo, háblale con voz suave.
- ✅ Detectar patrones y contextos de llanto.
- ✅ Fomentar su autoestima y su autonomía emocional, con ayuda de especialistas en educación canina respetuosa.
- ✅ Mejorar vuestro vínculo y hacerle ver que puede contar contigo.
Nuevamente, los enfoques como los que proponen Más que Guau, Rumbo Awen o En Clave de Can son oro puro para esto: no se trata de “callar al perro”, sino de entender por qué necesita expresarse así y ayudarle a no necesitarlo más.
Cuándo acudir al veterinario o a un etólogo
Si el llanto es persistente, desproporcionado o ha cambiado de forma súbita, es hora de consultar con profesionales. Primero, un veterinario para descartar lo físico. Luego, si todo está en orden, un etólogo o educador canino como los que te hemos mencionado antes que trabaje desde el bienestar emocional.
No te la juegues a “esperar a que se le pase solo”. El llanto crónico afecta la calidad de vida del perro y puede ser síntoma de algo que, de no abordarse a tiempo, empeore a nivel físico o psicológico.
Claves de la educación canina basada en el bienestar emocional
Hoy en día, hablar de comportamiento canino sin mencionar la educación respetuosa es quedarse en el pasado.
Los perretes no necesitan obediencia ciega, sino comprensión profunda.
Necesitan que los escuchemos, los guiemos, los respetemos como especie y como individuos. Algunos profesionales del mundo de la educación canina amable llevan años mostrando que otro enfoque es posible y mucho más eficaz a largo plazo.
Esta filosofía pone el foco en:
- ♥️ El vínculo humano-perro como eje de la convivencia.
- ♥️ La gestión del entorno para evitar frustraciones innecesarias.
- ♥️ El refuerzo positivo, el autoconocimiento y la comunicación emocional.
Si tu perrhijo llora, no lo castigues: escúchalo y aprende a hablar su idioma.
Conclusión: tu perro no llora sin motivo, aprende a escuchar su lenguaje
Tu perro no “está loco”, ni es “caprichoso”. Si llora, es porque necesita algo.
Tal vez sea atención, afecto, seguridad o simplemente un cambio en su entorno. Y aunque a veces nos cuesta entenderlo, ese llanto es una oportunidad para fortalecer vuestro vínculo.
Recuerda: tu perrito no puede enviarte un WhatsApp. Su forma de comunicarse contigo es a través del cuerpo, la mirada… y a veces, el llanto.
Escúchalo. Acompáñalo. Aprende con él. Y si hace falta, rodéate de profesionales que compartan esta visión respetuosa y empática del comportamiento canino. 🐶
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